domingo, 27 de abril de 2014

Asamblea Universal 2014



Este sábado 26 y domingo 27, los miembros de la sección peruana de Amnistía Internacional se reunieron en un evento en el que se expusieron los avances y logros del equipo operativo y el consejo directivo en el último año y también se eligieron a las nuevas autoridades. Fueron dos días de camaradería, diálogo y aprendizaje.

    

jueves, 24 de abril de 2014

Paraguay: restitución de tierras ancestrales a comunidad

Decisión histórica.

Esta mañana, la Cámara de Senadores de Paraguay aprobó por mayoría un proyecto de ley para expropiar 14.400 hectáreas a favor de la comunidad Sawhoyamaxa, que reclama se le restituyan tierras ancestrales desde hace más de dos décadas.

Histórico. Se ha logrado un paso más que importante!
Se aprobó la #RESTITUCIONYA #SAWHOYAMAXA

GRACIAS A TODOS Y TODAS LOS ACTIVISTAS DEL MUNDO, POR EL APOYO IMPRESIONANTE!
 

lunes, 21 de abril de 2014

Perú tiene la oportunidad de superar la homofobia aprobando el proyecto de Ley de Unión Civil

Contundente Mario Vargas Llosa en su última columna para el diario El País:

"El Perú tiene en estos días una oportunidad para dar un paso más en el camino de la cultura de la libertad, dejando atrás una de las formas más extendidas y practicadas de la barbarie, que es la homofobia, es decir, el odio a los homosexuales. El congresista Carlos Bruce ha presentado un proyecto de ley de Unión Civil entre personas del mismo sexo, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Justicia, la Defensoría del Pueblo, de las Naciones Unidas y de Amnistía Internacional."
Salir de la barbarie
elpais.com
Perú tiene la oportunidad de superar la homofobia aprobando el proyecto de Ley de Unión Civil del congresista Carlos Bruce. En contra está el oscurantismo agresivo de la jerarquía eclesiástica

lunes, 14 de abril de 2014

Gobierno brasileño envía preocupantes señales de poner en riesgo los DDHH de una comunidad en Río de Janeiro

"A medida que se aproxima la Copa Mundial, aumenta el temor de que este modelo –la intervención del ejército y otras fuerzas de seguridad en las favelas– pueda expandirse, trayendo consigo un aumento de la amenaza de violaciones de derechos humanos y la militarización de la vida cotidiana en las comunidades más pobres."

La ocupación militar de Maré ante la Copa Mundial de Brasil
www.amnistia.org.pe
A pocos meses del Mundial, el gobierno brasileño envía preocupantes señales de poner en riesgo los DDHH de una comunidad en Río de Janeiro.

viernes, 11 de abril de 2014

Cenizas de buena gente – homenaje a una defensora de derechos humanos

Un pequeño homenaje a una defensora de derechos humanos, a una gran compañera, a un ejemplo infatigable de dignidad. Una persona que nunca se rindió. In memoriam Giulia Tamayo. Descansa en paz.

Por Ángel Gonzalo – periodista de Amnistía Internacional en España

giulia para post
Giulia se tomó esta foto la última vez que visitó las oficinas de AI en Lima

Conocí a Giulia Tamayo a finales de febrero de 2003, cuando me presenté al proceso de selección de responsable de prensa de Amnistía Internacional. Yo tenía 27 años, una chaqueta de pana, un montón de artículos bajo el brazo, unos nervios incontrolables y muchas ganas de trabajar en derechos humanos. Ella era la responsable de Campañas de la organización y formaba parte de las personas que iban a entrevistarme.

Giulia me recibió con una mirada profunda y cálida, casi maternal, capaz de enternecer a cualquiera y me dio toda su confianza sin apenas pronunciar una palabra. En la entrevista, también estaban el Director de Amnistía Internacional, Esteban Beltrán, y la entonces presidenta, Eva Suárez-Llanos, que me acribillaron a preguntas durante casi dos horas sobre mi experiencia laboral, mis intereses y qué sé yo qué más vainas.

Fueron los ojos indígenas de Giulia los que me dijeron: “sigue, sigue, vas bien, demuestra lo que vales”. Yo tenía 27 años y comenzaba a trabajar en la organización de derechos humanos más importante de España.

A partir de ahí, fueron muchas las anécdotas y las lecciones de Giulia, dentro de su caótico-desorden-organizado-solo-sabe-ella-cómo. De las últimas, la recuerdo sentada en el suelo de su despacho, rodeada de papeles, buscando los datos de su última investigación sobre los desalojos forzosos en la Cañada Real. O poco antes de reunirse con la alcaldesa Ana Botella para tratar el caso de Shakira, una niña con cáncer que residía en una furgoneta en el poblado de Puerta de Hierro de Madrid.

O aquella navidad de 2007, cuando salió a la luz la ley de Memoria Histórica y los días previos, con las prisas y los trajines, y la decepción que nos causó la ley, después de años de trabajo (Giulia hizo el primer informe de Amnistía Internacional sobre víctimas de la guerra civil y el franquismo en 2005), estuvimos a punto de no tener nochebuena, porque Giulia no aprobaba el comunicado de respuesta ni a tiros y mi compañera María del Pozo y yo queríamos irnos a casa con nuestras familias.

Qué decir de la satisfacción de Giulia cuando nos contó lo que que sintió el 10 de diciembre de 2007 en Lima, durante el macrojuicio a Fujimori. O cuando lanzamos la campaña contra la violencia hacia las mujeres que tanto impulsó en España. Y la lucha que lideró por la aplicación de la jurisdicción universal en nuestro país. El caso Pinochet, el caso Couso, el caso Garzón. Tantos nombres, tantas entrevistas a las que la acompañé. Tantos cigarros que nunca dejó de fumar, tantos rones que bebía de a poquito o aquellas bayas chinas que le dio por comer a última hora como si fueran pipas.

Y luego el cáncer, ese cruel enemigo, al que venció en un primer momento y que solo la mantuvo fuera de juego un tiempo. Recuerdo la fuerza con la que volvió, con un pañuelo pirata anudado en la cabeza y más cañera que nunca, quizá consciente de que la vida le brindaba otra oportunidad. Tenía tantas cosas por hacer . Giulia fue entonces la investigadora por excelencia de Amnistía Internacional. No se dejó intimidar nunca. Tampoco se rindió. Convivió con el cáncer, igual que convivió toda su vida con el peligro: sin importarle demasiado.

Estudió derecho en su ciudad, Lima, y desde el principio abogó por las causas sociales, dando a apoyo a presos, campesinos, mujeres y colectivos populares.
En 1984 formó parte del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, la primera organización feminista de Perú y de toda América Latina. Defendió a mujeres maltratadas y a sus hijos.
Después fue la investigadora encargada por CLADEM (Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los Derechos de la Mujer) del trabajo sobre violencia contra las mujeres en los servicios públicos de salud y el programa de esterilización quirúrgica en Perú. Por esta investigación, fue victima de acciones intimidatorias y amenazas de muerte desde 1997. En aquel tiempo, Amnistía Internacional entró en su vida con una acción urgente para protegerla. Giulia vivía entonces entre dos fuegos, paramilitares en connivencia con el gobierno peruano y el grupo armado Sendero Luminoso. En una de sus piernas llevaba metralla tras ser víctima de un atentado.
En 2001 tuvo que dejar Perú para salvar su vida y se exilió en España, donde se estableció, con algunas interrupciones, como la que le llevó a investigar durante varios meses los numerosos casos de violencia sexual contra mujeres en la República Democrática del Congo o el uso de la violación como arma de guerra en varias partes de Colombia, trabajos todos que han contribuido a hacer públicas violaciones y abusos de derechos humanos.

Hace un año se trasladó a Honduras, para trabajar nuevamente sobre el terreno, en defensa de los derechos humanos, ya fuera de Amnistía Internacional contractualmente, pero no moralmente.

Giulia apagaba siempre las luces de nuestra oficina. Era la última en irse. Y hoy ha sido la primera en marcharse, a sus 55 años muy bien vividos y exprimidos.

Ocurrió de madrugada, en Uruguay, donde fue a buscar su último remanso de paz. Como nos ha escrito su inseparable compañero, Chema: “El afortunado puñado de polvo de estrellas que fue animado por Giulia en un airoso cuerpo de mujer, durante 55 años y casi 9 meses, es ahora un montoncito de enamoradas cenizas”. Te queremos, Giulia. Y no te olvidamos.

(Este post fue publicado en El Diario.es.)

viernes, 4 de abril de 2014

Se puede y se debe poner fin a la violencia


Desde principios de febrero de 2014, hay 37 personas, incluyendo a 6 miembros de las fuerzas de seguridad que han muerto en Venezuela. Más de 500 personas han sido lesionadas y más de 2.000 han sido detenidas.

Se puede y se debe poner fin a la violencia.

Lee y descarga el informe de Amnistía Internacional sobre la situación en Venezuela en formato PDF aquí:

https://www.es.amnesty.org/uploads/media/Informe_Venezuela._Los_derechos_humanos_en_riesgo_en_medio_de_protestas.pdf

miércoles, 2 de abril de 2014

Salil Shetty, Secretario General de Amnistía Internacional presenta el nuevo informe sobre Venezuela "Los derechos humanos en riesgo en medio de las protestas"

Salil Shetty, Secretario General de Amnistía Internacional ha grabado este mensaje haciendo un llamado a salvaguardar los derechos humanos en Venezuela; la confrontación violenta y armada entre críticos y simpatizantes del gobierno es insostenible. Basta de muertos, basta de violencia.
Salil Shetty, Secretario General de Amnistía Internacional presenta el nuevo informe sobre Venezuela "Los derechos humanos en riesgo en medio de las protestas".
 
En su informe, Amnistía Internacional hace públicas denuncias de violaciones al derecho a la vida y a la integridad física, así como al debido proceso que ha recibido en el contexto de las manifestaciones que comenzaron el 4 de febrero de 2014. El informe también incluye reportes sobre casos de personas, incluidos efectivos de las fuerzas del orden, que habrían perdido la vida como resultado de la violencia y el uso de armas de fuego, a manos tanto de grupos armados pro gobierno, como de manifestantes o de personas no identificadas, durante las protestas y en el bloqueo de vías públicas.

Tras semanas de protestas y violencia en las calles de Venezuela, la respuesta a la crisis tiene que ser el respeto a los derechos humanos de todas las personas independientemente de sus convicciones políticas.

Como principal recomendación a largo plazo, Amnistía Internacional exhorta al gobierno venezolano a poner en práctica un Plan Nacional de Derechos Humanos, que debe ser el resultado de un diálogo nacional en el que se recojan los puntos de vista de todas las partes involucradas, incluidos disidentes y opositores, así como representantes de la sociedad civil.

Tanto los líderes de las organizaciones de la sociedad civil, como los líderes de la oposición, deben promover entre sus simpatizantes el ejercicio de sus derechos a la asociación y reunión de forma pacífica.