viernes, 21 de diciembre de 2012

No permitamos más intimidación contra defensores y defensoras de DDHH en Perú ¡Firma la acción!



Dra. Mirtha Vásquez Chuquilín

La casa de la Dra. Mirtha Vásquez Chuquilín, abogada y defensora de los derechos humanos, ha sido asaltada dos veces en tres semanas. Otros miembros de la organización para la que trabaja en Perú han sufrido también intimidación en el último mes.
La casa de la Dra. Mirtha Vásquez Chuquilín, que trabaja para el Grupo de Formación Integral para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES), fue asaltada por primera vez el 24 de noviembre. Los asaltantes no se llevaron nada de valor, pero dejaron las puertas abiertas de par en par. La casa fue asaltada por segunda vez el 15 de diciembre, mientras la hija de Mirtha Vásquez y la persona que cuida a la niña estaban de paseo. Los asaltantes rompieron una cristalera, pero no se llevaron ningún objeto de valor. El 8 de noviembre, la casa de la secretaria de GRUFIDES, Ivett Sánchez, también fue asaltada. El 14 de diciembre, el automóvil de Sergio Sánchez, asesor que trabaja para la misma organización ecologista, fue objeto de vandalismo. Todos estos incidentes tuvieron lugar cuando las personas en cuestión estaban ausentes, lo que sugiere que pueden estar siendo sometidas a vigilancia.
Estos incidentes se produjeron poco antes de la fecha prevista para el inicio de la investigación oficial sobre la tortura del padre Marco Arana. El padre Marco Arana, también defensor de los derechos humanos en GRUFIDES, fue detenido y golpeado por agentes de policía el 4 de julio, cuando protestaba pacíficamente contra el proyecto Conga de minería de oro en el departamento de Cajamarca, en el norte de Perú. GRUFIDES ha respaldado activamente a las comunidades que se oponen a la mina y que temen el impacto medioambiental que puede tener la expansión del proyecto. El padre Marco Arana quedó en libertad condicional al día siguiente de su detención. En julio presentó una denuncia por tortura y abuso de autoridad contra los policías responsables. En agosto, un tribunal regional resolvió a favor de un recurso de hábeas corpus presentado en su favor que afirmaba que su detención había sido ilegal y arbitraria.

Ingresa a este enlace y firma la acción:

lunes, 10 de diciembre de 2012

DIA DE LOS DERECHOS HUMANOS

La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.

Tres años después, en la Declaración Universal de los Derechos del Humanos, la Asamblea General exprimió que el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana "son los fundamentos para la libertad, justicia y paz en el mundo". En 1950 la Asamblea General invitó a todos los Estados miembros y a las organizaciones interesadas a que observaran el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos (resolución 423(V)). 

Con el Día se conmemora el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General en 1948. Con el transcurso del tiempo, se han desarrollado un conjunto de instrumentos y mecanismos desarrollados para asegurar la primacía de los derechos humanos y para hacer frente a las violaciones de los derechos humanos dondequiera que ocurran. 



¿Qué son los derechos humanos? 
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

Universales e inalienables
El principio de la universalidad de los derechos humanos es la piedra angular del derecho internacional de los derechos humanos. Este principio, tal como se destacara inicialmente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, se ha reiterado en numerosos convenios, declaraciones y resoluciones internacionales de derechos humanos. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.

Todos los Estados han ratificado al menos uno, y el 80 por ciento de ellos cuatro o más, de los principales tratados de derechos humanos, reflejando así el consentimiento de los Estados para establecer obligaciones jurídicas que se comprometen a cumplir, y confiriéndole al concepto de la universalidad una expresión concreta. Algunas normas fundamentales de derechos humanos gozan de protección universal en virtud del derecho internacional consuetudinario a través de todas las fronteras y civilizaciones.
Los derechos humanos son inalienables. No deben suprimirse, salvo en determinadas situaciones y según las debidas garantías procesales. Por ejemplo, se puede restringir el derecho a la libertad si un tribunal de justicia dictamina que una persona es culpable de haber cometido un delito.

Interdependientes e indivisibles
Todos los derechos humanos, sean éstos los derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la igualdad ante la ley y la libertad de expresión; los derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho al trabajo, la seguridad social y la educación; o los derechos colectivos, como los derechos al desarrollo y la libre determinación, todos son derechos indivisibles, interrelacionados e interdependientes. El avance de uno facilita el avance de los demás. De la misma manera, la privación de un derecho afecta negativamente a los demás. 
Iguales y no discriminatorios
La no discriminación es un principio transversal en el derecho internacional de derechos humanos. Está presente en todos los principales tratados de derechos humanos y constituye el tema central de algunas convenciones internacionales como la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
El principio se aplica a toda persona en relación con todos los derechos humanos y las libertades, y prohíbe la discriminación sobre la base de una lista no exhaustiva de categorías tales como sexo, raza, color, y así sucesivamente. El principio de la no discriminación se complementa con el principio de igualdad, como lo estipula el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.

Derechos y obligaciones
Los derechos humanos incluyen tanto derechos como obligaciones. Los Estados asumen las obligaciones y los deberes, en virtud del derecho internacional, de respetar, proteger y realizar los derechos humanos . La obligación de respetarlos significa que los Estados deben abstenerse de interferir en el disfrute de los derechos humanos, o de limitarlos. La obligación de protegerlos exige que los Estados impidan los abusos de los derechos humanos contra individuos y grupos. La obligación de realizarlos significa que los Estados deben adoptar medidas positivas para facilitar el disfrute de los derechos humanos básicos. En el plano individual, así como debemos hacer respetar nuestros derechos humanos, también debemos respetar los derechos humanos de los demás.

viernes, 7 de diciembre de 2012

América: Defensoras y defensores de derechos humanos sufren cada vez más ataques



Nuevo informe de Amnistía Internacional

En toda América, durante este año 2012, las defensoras y los defensores de derechos humanos sufren niveles crecientes de intimidación, hostigamiento y ataques a manos de las fuerzas de seguridad, los grupos paramilitares y las bandas criminales, ha afirmado hoy Amnistía Internacional en un nuevo informe titulado Transformar dolor en esperanza: Defensoras y defensores de derechos humanos en América, que se basa en unos 300 casos de intimidación, hostigamiento, ataques y asesinatos de defensoras y defensores de derechos humanos en una decena de países, ocurridos principalmente entre enero de 2010 y septiembre de 2012.
“En casi todos los países de América se somete sistemáticamente a defensoras y defensores de derechos humanos a hostigamiento, ataques y cargos penales infundados con el fin de impedirles defender los derechos de las personas más marginadas”, señala Nancy Tapias Torrado, investigadora de Amnistía Internacional sobre la situación de las defensoras y los defensores de derechos humanos en América.
En todo el continente americano, las defensoras y los defensores han sido acusados de ser delincuentes, corruptos, mentirosos, buscapleitos o subversivos, de defender a delincuentes y de apoyar a grupos armados. Estas críticas públicas han sido proferidas tanto por funcionarios del gobierno como por actores no estatales. “Hombres y mujeres que trabajan para proteger los derechos humanos están también en la mira cuando intereses económicos y políticos muy poderosos los perciben como un obstáculo a proyectos de desarrollo de gran envergadura”, ha dicho Nancy Tapias.
De hecho, el informe resalta el caso del padre Marco Arana en Perú, defensor de derechos humanos, quien sufre desde hace años una campaña de intimidación y hostigamiento. Él es conocido por criticar abiertamente el impacto de los proyectos mineros en los medios de subsistencia y los derechos humanos de las comunidades del departamento de Cajamarca en Perú. El padre Arana es miembro del Grupo de Formación Integral para el Desarrollo Sostenible (GRUFIDES), ONG con sede en Cajamarca. Esta organización ha estado apoyando activamente a las comunidades que se oponen a la expansión del proyecto de extracción de oro de Yanacocha, consorcio administrado por la empresa estadounidense Newport Mining Corporation.
El 4 de julio de 2012, el padre Arana fue detenido por unos agentes de policía cuando protestaba en una plaza pública contra el proyecto Conga. Se quejó de haber sufrido malos tratos mientras estaba bajo custodia policial. El padre Arana fue acusado de “disturbios” y “resistencia a la autoridad”. En el momento de ser detenido, el padre Arana llevaba un letrero que ponía: “Agua sí, oro no. No más abusos”, y estaba concediendo entrevistas a periodistas. Las autoridades argumentaron que en aquel momento estaba en vigor en Cajamarca el estado de emergencia, que restringía el derecho a la libertad de circulación y asociación. El padre Arana quedó en libertad condicional al día siguiente.
El 17 de agosto de 2012, la Corte Superior de Justicia falló a favor de la demanda de hábeas corpus interpuesta en nombre del padre Arana. La Corte determinó que la detención del padre Arana había sido ilegal y arbitraria y que, según las pruebas presentadas, se había efectuado “mediante el uso desproporcionado e inadecuado de la fuerza física por parte de los miembros de la Policía Nacional del Perú”. La Corte añadió que los malos tratos habían continuado bajo custodia policial y consideraba que había pruebas suficientes para abrir una investigación sobre la detención y los malos tratos infligidos al padre Arana. Pese a esta sentencia, en el momento de lanzarse el informe, el padre Arana seguía en espera de juicio. Por su parte, él ha presentado contra los agentes de policía que lo detuvieron una denuncia por detención ilegal y tortura.
Varios gobiernos de la región han lanzado procesos de consulta con las comunidades afectadas después de que ya se hubiesen adoptado las decisiones importantes, con lo que niegan a las personas el derecho a una consulta y participación significativas en el proceso de toma de decisiones. En estas circunstancias, muchas de las personas cuyos derechos humanos podrían verse afectados no tienen más forma de hacerse oír que emprender acciones y protestas públicas. Sin embargo, a menudo se responde con violencia a tales manifestaciones y se señala, persigue y ataca a las defensoras y los defensores de derechos humanos, con independencia de que hayan participado o no en las protestas.
De los casi 300 casos analizados por Amnistía Internacional, sólo en 4 se declaró culpables a los autores materiales.
Como en el caso de Marco Arana, casi la mitad de los incidentes documentados por Amnistía Internacional tuvieron lugar en el contexto de disputas de tierras, en países como Brasil, Colombia y Honduras, muchas veces relacionadas con proyectos de desarrollo de gran envergadura dirigidos por empresas privadas.
Además de las personas que trabajan en cuestiones relativas a la tierra y los recursos naturales, suelen sufrir agresiones quienes defienden los derechos de las mujeres y de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexo. Se producen también muchos abusos contra las personas migrantes, contra quienes luchan contra la impunidad de las violaciones a los derechos humanos, así como periodistas, blogueras y blogueros, y dirigentes sindicales.
En varios países de América, las defensoras de derechos humanos de las mujeres también han sufrido violaciones, amenazas de violación e intimidación, o se ha amenazado a sus familiares
“Cuando las autoridades no protegen a quienes trabajan para defender los derechos humanos de todas las personas y no investigan los ataques perpetrados contra ellos, transmiten el mensaje de que se toleran los ataques”, ha afirmado Nancy Tapias. “Los gobiernos deben garantizar que las defensoras y los defensores de derechos humanos disfrutan de protección integral, que incluyen, como mínimo, reconocer la importancia y la legitimidad de su trabajo, investigar plenamente los abusos a los que se enfrentan y proporcionar medidas efectivas de protección.”
Para mostrar los problemas que sufren los defensores de los derechos humanos en América, así como las medidas que se pueden tomar para protegerlos, Amnistía Internacional y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos invitan al “Foro sobre Protección a los Defensores de los Derechos Humanos”, que se llevará a cabo el próximo martes 11 de diciembre a las 6:00 p.m. en el Auditorio del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Av. Camino Real 1075, San Isidro). Además de las intervenciones de diversos defensores de los derechos humanos del Perú, se contará con la presentación de Reynaldo Villalba, representante del Colectivo de Abogados José Alvaro Restrepo de Colombia, y de Daniel Joloy, Director del Área Internacional de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

DIA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER



En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La violencia contra las mujeres y niñas constituye un problema de proporciones pandémicas. Al menos una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido maltrato, ha sido forzada a mantener relaciones sexuales o ha padecido algún tipo de abuso a lo largo de su vida, generalmente por parte de alguien conocido.

Los defensores de los derechos de las mujeres establecieron a partir de 1981 el 25 de noviembre como día contra la violencia. La fecha conmemora el brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).

Se invita a los gobiernos, organizaciones internacionales y ONGs a que este día organicen actividades con el fin de promover la conciencia colectiva del problema. El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer también constituye el punto de partida de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género, que se prolongan hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.


http://www.un.org/es/events/endviolenceday/

martes, 20 de noviembre de 2012

Conflicto Israel/Gaza: Amnistía Internacional pide embargo internacional de armas y envío inmediato de observadores

Ante la escalada del conflicto entre Israel y los grupos armados palestinos en Gaza, Amnistía Internacional ha pedido que se imponga un embargo internacional de armas y el envío inmediato de observadores internacionales.

Desde el 14 de noviembre han perdido la vida decenas de civiles en Gaza y tres civiles israelíes. Según la información recopilada por la ONU, las organizaciones locales de derechos humanos y Amnistía Internacional, ambas partes están cometiendo violaciones del derecho internacional humanitario.

“Debe haber cuanto antes observadores internacionales sobre el terreno con capacidad para investigar las violaciones de derechos humanos y del derecho internacional humanitario cometidas tanto en Gaza como en Israel, para que evalúen con independencia e imparcialidad los abusos cometidos por ambas partes”, ha afirmado Ann Harrison, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África. “El Consejo de Seguridad de la ONU debe reunirse con carácter urgente para imponer un embargo internacional de armas sobre Israel, Hamás y los grupos armados palestinos en Gaza.”

En tanto se impone el embargo, todos los Estados deben suspender de inmediato las transferencias de armas, municiones y material conexo a Israel, el gobierno de facto de Hamás y los grupos armados palestinos en Gaza.

Las fuerzas armadas israelíes informan de que han atacado más de 1.350 objetivos en la Franja de Gaza desde el 14 de noviembre. Las fuerzas armadas israelíes han disparado proyectiles de artillería contra zonas residenciales densamente pobladas, han atacado edificios gubernamentales y de medios de comunicación y han bombardeado las viviendas familiares de miembros de grupos armados palestinos, causando muertos y heridos entre la población civil palestina.

La tarde del lunes, Amnistía Internacional había recopilado los nombres de 66 civiles muertos en Gaza, entre ellos 9 mujeres y 17 menores de edad. El Centro Palestino de Derechos Humanos informó a mediodía del lunes de que 622 civiles en Gaza habían resultado heridos, muchos con carácter grave, incluidos 175 niños y 107 mujeres.

“El número de civiles muertos en Gaza suscita graves dudas en cuanto a la medida en que las fuerzas israelíes están cumpliendo con su obligación de proteger la vida de los civiles”, ha afirmado Ann Harrison. “Nos preocupa profundamente que algunos civiles hayan resultado muertos o heridos en Gaza como consecuencia de ataques indiscriminados o desproporcionados por parte de las fuerzas israelíes.”

Los grupos armados palestinos han disparado más de 1.100 cohetes sobre Israel desde el 14 de noviembre. La mayoría de esos cohetes no son dirigibles, y algunos se han disparado desde zonas civiles.

Según Magen David Adom, la sección israelí del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, estos ataques ilegítimos han causado la muerte a tres civiles israelíes y lesiones al menos a 51, graves en dos de los casos.

Algunos de los cohetes han caído en la propia Franja de Gaza, causando víctimas civiles.

“Los grupos armados palestinos están disparando cohetes que no se pueden dirigir contra objetivos militares. Su mismo uso pone en peligro la vida de civiles y vulnera el derecho internacional humanitario”, ha manifestado Ann Harrison. “Todos los miembros de la comunidad internacional deben pedir a ambas partes que consideren prioritaria la protección de la población civil y cumplan estrictamente el derecho internacional humanitario. El silencio de algunos Estados muy influyentes resulta ensordecedor.”

Amnistía Internacional ve asimismo con suma preocupación los informes según los cuales el brazo militar de Hamás ejecutó sumariamente a un presunto colaborador el 16 de noviembre en Gaza.

Los hospitales de Gaza tienen dificultades para hacer frente a la situación de emergencia, agravada por la escasez preexistente a causa del bloqueo israelí impuesto desde junio de 2007. Antes de los enfrentamientos actuales ya carecían del 40% de la lista de medicamentos esenciales, según la Organización Mundial de la Salud.

Amnistía Internacional ha condenado reiteradamente el bloqueo impuesto a la Franja de Gaza por considerar que se trata de un castigo colectivo para sus 1,6 millones de habitantes, y ha pedido que se levante por completo.

No se han rendido cuentas por los crímenes de guerra que cometieron todas las partes enfrentadas en el conflicto de Gaza e Israel en 2008-2009, documentados por Amnistía Internacional y la misión de investigación de la ONU dirigida por el juez Richard Goldstone.

Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente a la Asamblea General de la ONU que remita al Consejo de Seguridad el informe de la misión de investigación, conocido como Informe Goldstone, para que éste considere si se debe remitir la situación a la fiscalía de la Corte Penal Internacional a fin de que investigue los crímenes de guerra cometidos por ambas partes.

Dicha investigación debe abarcar los crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad cometidos por todas las partes durante el conflicto de 2008-2009, en el que resultaron muertos alrededor de 1.400 palestinos, entre ellos 300 menores de edad y varios cientos de otros civiles indefensos. Tres civiles israelíes también resultaron muertos en el conflicto.

Tras el fin del conflicto de 2008-2009, Amnistía Internacional ha condenado que se sigan lanzando cohetes de efecto indiscriminado desde Gaza, así como los ataques militares israelíes contra Gaza que han causado muertos y heridos entre la población civil.
La ausencia de investigaciones imparciales y efectivas sobre los crímenes cometidos en el pasado hace temer que se repitan los patrones de abusos y que las víctimas de delitos cometidos en el conflicto actual no tengan acceso a justicia y reparación.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Guantánamo: 10 años de derechos pisoteados



Manifestación sobre Guantánamo frente a la Casa Blanca

© Scott Langley


Para todas las autoridades políticas y judiciales de Estados Unidos [...], la muerte de Adnan Latif debe poner de manifiesto [...] la urgente necesidad de cerrar Guantánamo y dar una solución a las detenciones conforme a las normas y el derecho internacional de los derechos humanos.
Rob Freer, investigador de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos
Mié, 31/10/2012
Musaab Omar al Madhwani 0ha pasado casi un tercio de su vida bajo custodia de Estados Unidos.

A sus 32 años, el ciudadano yemení lleva más de 10 recluido en el centro de detención estadounidense de Guantánamo, Cuba.

La historia comenzó el 11 de septiembre de 2002, cuando las fuerzas de seguridad paquistaníes lo detuvieron en un apartamento de Karachi.

Según contó posteriormente, lo ataron, le vendaron los ojos, lo golpearon con un fusil y lo amenazaron de muerte.

Unos cinco días después lo entregaron a las fuerzas estadounidenses, que lo trasladaron en avión a Afganistán; allí pasó en torno a un mes en un centro secreto gestionado por Estados Unidos, situado en Kabul o en sus proximidades.

Según cuenta, durante ese tiempo sufrió tortura y otros malos tratos, como privación del sueño, posturas forzadas y duchas de agua fría.

A finales de octubre de 2002, Musaab Omar Al Madhwani fue enviado a Guantánamo, tras pasar otros cinco días detenido ilegalmente en la base aérea estadounidense de Bagram y sufrir nuevos abusos.

Limbo jurídico
Pasaron dos años más hasta que tuvo acceso a un abogado, y casi seis hasta que la Corte Suprema de Justicia estadounidense resolvió que él y otras personas recluidas en Guantánamo tenían derecho a impugnar la legalidad de su detención ante un tribunal. Finalmente, la petición de habeas corpus de Musaab Al Madhwani se estudió en 2010.

Han pasado más de 10 años desde que quedó bajo custodia, y Estados Unidos, que no lo ha acusado de ningún delito, alega que tiene derecho a mantenerlo recluido indefinidamente en nombre de su “guerra” global contra Al Qaeda y sus grupos afines.

Las autoridades estadounidenses sostienen que Musaab Al Madhwani viajó a Afganistán en 2001 para recibir entrenamiento con armas de fuego en un campamento de Al Qaeda, en donde afirman que se alió con miembros de la organización.

En 2010, el juez de la Corte Federal de Primera Instancia encargado de estudiar la petición de Musaab al Madhwani que impugnaba la legalidad de su detención otorgó al gobierno el beneficio de la duda. Este juez federal, que describió su fallo como “una causa sumamente hermética”, concluyó que Musaab al Madhwani era “como mucho, una figura menor en Al Qaeda” que al parecer “nunca finalizó su adiestramiento en el manejo de armas”, “nunca disparó un arma en una batalla”, y nunca “planificó conspiraciones terroristas, participó en ellas o siquiera tuvo conocimiento sobre ellas”. En mayo de 2011, la Corte de Apelaciones de Estados Unidos confirmó el fallo.

El juez de la Corte Federal de Primera Instancia consideró que las denuncias de abusos sufridos por Musaab al Madhwani durante su detención e interrogatorio en Afganistán eran “creíbles”. Sin embargo, según parece, los indicios de que fue víctima de desaparición forzada y tortura mientras estuvo bajo custodia estadounidense antes de su traslado a Guantánamo, crímenes recogidos en el derecho internacional, no han dado lugar a una investigación criminal, lo que supone el incumplimiento de las obligaciones jurídicas contraídas por Estados Unidos en el ámbito internacional.

La punta del iceberg
La historia de Musaab al Madhwani ilustra las injusticias cometidas en el marco de la guerra global de Estados Unidos y lo destructivo que sigue siendo ese marco para los principios de los derechos humanos.

Más de 150 hombres siguen recluidos en Guantánamo. Muchos han afirmado que sufrieron tortura y otros malos tratos bajo custodia estadounidense. La rendición de cuentas por estas violaciones de derechos humanos ha sido escasa, y el gobierno de Estados Unidos ha bloqueado sistemáticamente las iniciativas adoptadas por ex detenidos para obtener un resarcimiento por estas violaciones de derechos humanos.

De los 779 detenidos recluidos en la base de Guantánamo desde 2002, sólo uno ha sido trasladado a Estados Unidos para ser juzgado ante una corte federal ordinaria. Otros han sido enjuiciados ante comisiones militares, en procesos que incumplen las normas internacionales sobre garantías procesales. Actualmente, el gobierno pide la pena de muerte para seis de los hombres sometidos a estos juicios, lo que supone una clara violación del derecho internacional.

En el caso de algunos detenidos, el gobierno estadounidense ha “autorizado el traslado” desde Guantánamo, pero no se les puede enviar de vuelta a sus países de origen porque allí sufrirían nuevos abusos. Sin embargo, dado que Estados Unidos se niega a permitir que los detenidos que quedan en libertad permanezcan en su territorio, continúan en Guantánamo hasta que se encuentre una solución enviándolos a un tercer país, algo que puede tardar años en ocurrir.

En septiembre de 2012, un suceso recordó la crueldad de este sistema de detención indefinida, al conocerse la noticia de que el yemení Adnan Farhan Abdul Latif se había convertido en el noveno interno del que se sabía que había muerto en Guantánamo. Llevaba más de 10 años recluido sin cargos ni juicio.

Según las autoridades militares estadounidenses, seis de las ocho muertes anteriores fueron suicidios y dos se produjeron por causas naturales.

Adnan Latif había llegado a Guantánamo en enero de 2002; en diciembre de 2001, la policía paquistaní lo había aprehendido cerca de la frontera de Pakistán con Afganistán y lo había puesto bajo custodia de Estados Unidos.

Llevaba recluido en la base naval desde entonces, a pesar de que su salud física y mental había sido motivo de considerable preocupación a lo largo de los años.

Un juez de una Corte Federal de Primera Instancia resolvió que su reclusión era ilegal y que debía quedar en libertad; cuando una Corte de Apelaciones de Estados Unidos anuló ese fallo, Adnan Latif dijo a su abogado:“Soy un preso condenado a muerte”.



El futuro de Guantánamo
La muerte de Adnan Latif debe constituir un claro mensaje sobre la ilegalidad del centro de detención.

“Para todas las autoridades políticas y judiciales de Estados Unidos, al margen de su ideología política o filosofía judicial, la muerte de Adnan Latif debe poner de manifiesto la crueldad del sistema de Guantánamo, su incompatibilidad con los principios y el derecho internacional de los derechos humanos, y la urgente necesidad de cerrar Guantánamo y dar una solución a las detenciones conforme a las normas y el derecho internacional de los derechos humanos”, ha manifestado Rob Freer, investigador de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos.

En su segundo día en el cargo, el presidente Obama se comprometió a que su gobierno cerraría el centro de Guantánamo antes del 22 de enero de 2010 como muy tarde. Describió la prisión como “un experimento erróneo”, y añadió que “se mire por donde se mire, el coste de mantenerlo abierto es muy superior a las complicaciones que conlleva su cierre”. Han pasado más de dos años y medio y sigue abierto.

Las autoridades estadounidenses deben adoptar medidas urgentes para reparar estos 10 años de derechos pisoteados. Quienes siguen recluidos en Guantánamo deben ser sometidos a juicios con garantías ante tribunales ordinarios independientes, o deben quedar libertad; eso es parte de lo que los principios internacionales de derechos humanos exigen a Estados Unidos.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Pena de muerte: Una década después, las ejecuciones disminuyen pero los desafíos permanecen



La última década ha sido testigo de importantes progresos en cuanto a la abolición del uso de la pena de muerte en el mundo pero, antes de que la pena capital quede relegada al vertedero de la historia, aún quedan por delante serios desafíos. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional al celebrar, el 10 de octubre, el 10º Día Mundial contra la Pena de Muerte.
La campaña llevada a cabo por una coalición mundial ha contribuido a que, desde que se celebró por primera vez el Día Mundial en 2003, 17 nuevos países hayan tomado la decisión de abolir la pena de muerte para todos los delitos, con lo que la cifra total de países que han abolido esta pena en la ley o en la práctica asciende ya a 140: más del 70 por ciento de los países del mundo.
Sin embargo, pese a haberse reducido el número de países que aplican la pena de muerte, hay unos pocos –entre ellos países poderosos como Estados Unidos y China– que siguen llevando a cabo ejecuciones con una atroz regularidad. 
“En 2011, sólo 21 países llevaron a cabo ejecuciones, frente a los 28 que lo hacían cuando se celebró el primer Día Mundial contra la Pena de Muerte. El haber conseguido que, en ese mismo periodo, 17 países abolieran la pena capital para todos los delitos es un avance importante”, ha manifestado Widney Brown, directora general de Derecho Internacional y Política de Amnistía Internacional. 
“Pero, a pesar de este éxito, la batalla contra la pena de muerte es larga, y queda mucho trabajo por hacer para convencer a los gobiernos restantes de que abandonen esta práctica de una vez por todas.”
Una clara tendencia abolicionista
Entre los 140 países que han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica se encuentran Estados que representan a todas las grandes regiones, culturas y religiones del mundo, así como a diversos sistemas judiciales.
Desde 2003, cada año una media de dos países ha abolido el uso de la pena capital para todos los delitos. El más reciente ha sido Letonia, en enero de 2012.
En ese mismo periodo, 26 nuevos Estados ratificaron el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), instrumento respaldado por la ONU sobre la abolición de la pena de muerte. En la actualidad, el Protocolo cuenta con 75 Estados miembros, tras haber sido ratificado por Benín y Mongolia este mismo año, y recientemente fue firmado por Madagascar.
Incluso algunos de los países con el mayor número de ejecuciones han realizado progresos. En Estados Unidos, varios estados individuales han abolido la pena de muerte.
Reformas
Otro grupo de países mantiene la pena capital pero ha introducido reformas importantes para reducir el número de delitos punibles con ella.
En 2011, entre estos países se encontraban China, Gambia y Taiwán. China –que es con mucho el país que a más personas ejecuta del mundo– abolió la pena de muerte para 13 delitos no violentos y en los casos en los que el acusado es mayor de 75 años. Sin embargo, los delitos para los que se eliminó la pena de muerte apenas se utilizaban, y el gobierno, al mismo tiempo, amplió la pena capital a delitos adicionales.

Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos, sin excepción. Sin embargo, puesto que los cambios sobre este tema suelen ser muy lentos, la organización sigue haciendo campaña para que todos los Estados dejen de ejecutar a personas condenadas por haber cometido un delito cuando eran menores, o a personas que sufren discapacidad mental o intelectual.
La organización insta asimismo a los países a cumplir, como mínimo, todas las normas internacionales sobre el uso de la pena de muerte, incluidas las que piden que dicha pena se utilice únicamente en casos que superen el umbral de “los delitos más graves”, y deje de utilizarse para delitos de narcotráfico –práctica habitual en Irán, Arabia Saudí y Singapur– y para otros delitos no letales.
Unos cuantos vestigios letales
Aunque los Estados que ejecutan son una minoría cada vez más reducida, los homicidios judiciales continúan a buen ritmo. Cada año, además de la ejecución de un número desconocido de personas en China, hay países, como Irán, Estados Unidos, Yemen y Corea del Norte, que llevan a cabo decenas de ejecuciones cada uno de ellos.
En 2012, Irak, la zona de la Franja de Gaza controlada por Hamás en los Territorios Palestinos Ocupados y Arabia Saudí han aumentado de hecho su cifra de ejecuciones. Casi un tercio de las personas ejecutadas en Arabia Saudí en 2012 –65 para principios de octubre– eran presuntos narcotraficantes, muchos de ellos ciudadanos extranjeros. En Irak, 119 personas han sido ejecutadas en lo que va de año, casi el doble de la cifra total de ejecuciones de que se tuvo noticia en todo 2011.
Hay varios países que, en una decisión especialmente inquietante, han reanudado recientemente las ejecuciones, como Botsuana, Japón y Gambia. En India, la amenaza de reanudación es inminente. En algunos casos, las ejecuciones se han reanudado tras un largo paréntesis: Gambia llevaba tres décadas sin ejecutar penas de muerte.
La discriminación sigue desempeñando un papel importante en la imposición de la pena de muerte, ya que es frecuente que las personas con menores recursos económicos, menos acceso a abogados o simplemente un menor conocimiento del idioma local sean las que terminan condenadas a muerte.
Entre los delitos punibles con la pena capital se encuentran a menudo delitos “terroristas” vagamente definidos, delitos relativos a las relaciones homosexuales y delitos “religiosos”.
Además, en algunos países, las personas de determinado origen étnico o religioso, como las minorías kurdas y religiosas de Irán, reciben una cantidad desproporcionada de condenas de muerte.
Amnistía Internacional sigue instando a todos los Estados a abolir la pena de muerte.
Sin embargo, hasta que lo hagan, es fundamental que todo el proceso cumpla las normas internacionales sobre juicios justos, lo cual incluye que los cargos y procedimientos judiciales sean transparentes y que la condena esté sujeta a una revisión judicial obligatoria. Los gobiernos, además, tienen la obligación de informar sobre todas las condenas de muerte que se impongan y que se ejecuten.
“Ningún sistema de justicia penal es perfecto, por lo que, aunque existan salvaguardias, siempre sigue existiendo un riesgo muy real de ejecutar a un inocente. Ningún Estado puede justificar la asunción de semejante riesgo”, ha manifestado Widney Brown.

“Esta posibilidad y el carácter irreversible de la pena de muerte son sólo dos motivos por los que seguiremos haciendo campaña para que todos los Estados que aún llevan a cabo ejecuciones reconsideren su postura, con la esperanza de que se unan a la abrumadora mayoría del mundo que ha abandonado este exponente máximo de pena cruel e inhumana.”
Amnistía Internacional comenzó su campaña global por la abolición de la pena de muerte en todas las circunstancias en 1977.
Junto con sus socios de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, la organización seguirá promoviendo legislación nacional para abolir la pena capital, pidiendo ratificaciones adicionales del Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, destinado a abolir la pena de muerte, respaldando las normas internacionales dirigidas a abolir o restringir la pena capital, y apoyando la adopción, a finales de 2012, de la cuarta resolución de la Asamblea General de la ONU, que pide una moratoria de las ejecuciones con vistas a la abolición de la pena de muerte.




viernes, 28 de septiembre de 2012

PILAR COLL, UNA MUJER QUE DEJO HUELLA: TESTIMONIOS


Pilar Coll y Amnistía Internacional
Por Eduardo Borrel y Elizabeth Selem


Después del fallecimiento de Pilar Coll nos juntamos un rato en plan de hablar, rememorar, refrescar lo vivido y lo compartido con ella en los distintos momentos de su vida, especialmente como miembro de Amnistía Internacional; pero también amiga muy cercana y querida. Pilar integró el Grupo 16 de Amnistía Internacional en 1999. Pronto, comenzó a hacer propuestas que contemplasen las necesidades de los encarcelados y desplazados. Era partidaria de realizar acciones concretas y nos empujaba en esa dirección a los miembros del Grupo. 

Después de ocho años de existencia y acción del Grupo, en el 2005 determinamos, Pilar y otros integrantes, pasar a ser "miembros individuales" para continuar aportando en el Movimiento, cada cual desde nuestras ubicaciones. Reconocimos que nuestro Grupo estaba conformado por personas mayores, con sus actividades individuales, profesionales y sociales, ya bien demarcadas. Pilar se dedicaba a un trabajo importante en beneficio de los presos de diversas cárceles de Lima desde hacía mucho tiempo, siendo convocada por ese trabajo en las instancias oficiales y privadas que trataban la problemática penitenciaria.

También recordamos que Pilar Coll fue propuesta como miembro integrante de la Comisión de la Verdad, pero que, quienes tuvieron que decidir, después de un análisis, no la nombraron como comisionada por carecer de la ciudadanía peruana. Eso, no impidió que desde el inicio, colaborara en esa Comisión con el compromiso y la dedicación que la caracterizaba. En el informe entregado en abril 2004 al pleno de la Sección Amnistía Internacional Perú encontramos constancia de ello. 

Pilar, con su título de abogada, por más que no pudiera hacer uso del mismo en el Perú siempre estuvo orientada en el universo jurídico con un tacto especial. Utilizó este saber y su larga experiencia para asesorar en forma permanente a quienes asumían el gobierno de la Sección peruana de Amnistía Internacional. Sin embargo, nunca aceptó un cargo directivo, prefirió colaborar desde el llano. 

Ella no pertenecía a una congregación religiosa, sino al Instituto de Misioneras Seglares. Esta situación le proporcionaba una gran libertad de espíritu y acción. Podía dedicarse por entero a realizar acciones que normalmente implican para otras personas recortes en su relación familiar. 

Esa libertad también –somos testigos– le llevaría igualmente a renunciar a la seguridad económica que su Instituto le ofrecía como alternativa de por vida: decidió asumir el riesgo de ganarse por su cuenta su sustento y correr la misma suerte de cualquier ciudadano de a pie en el Perú. Así fue hasta el final. 

Su vida misma representaba perfectamente la vela que –con su luz y calor– simboliza al movimiento de Amnistía Internacional. Su obsesión eran los Derechos Humanos. En su deseo de hacerlos efectivos trabajó como miembro de la Comisión Episcopal de Acción Social-CEAS, y más tarde se desempeñó como la primera secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Con toda justicia fue merecedora, además de otros premios recibidos en España y en nuestro país, de la "Vela de la Esperanza" que le otorgó Amnistía Internacional-Perú el 15 de diciembre de 2005. 

Más testimonios
Las locuras que están por venir, por Belén Roma. Descargar aquí
Carta de despedida desde el Penal Miguel Castro Castro, por Alberto Gálvez (Beto). Descargar aquí
Existimos a pesar de muchos, por Carmen Cardoza. Descargar aquí
Pilar Coll, una vida ejemplar, por Wilfredo Ardito. Descargar aquí

viernes, 21 de septiembre de 2012

El Estado debe prevenir y sancionar el uso excesivo de la fuerza durante protestas

Las autoridades peruanas deben realizar investigaciones exhaustivas e imparciales sobre todas las denuncias de violaciones de derechos humanos contra manifestantes y asegurar que las fuerzas policiales empleen armas de fuego únicamente para proteger la vida, dijo hoy Amnistía Internacional.
  
“El creciente nivel de conflictividad social en relación a la explotación de recursos naturales en Perú es sumamente preocupante,” dijo Nuria García, investigadora sobre Perú de Amnistía Internacional. “Y aun más preocupante ha sido la respuesta de las fuerzas de seguridad ante las manifestaciones que hasta ahora han dejado un saldo de 16 muertes presuntamente por miembros de la policía.”
  
“Las autoridades tienen la obligación de mantener el orden público, pero siempre deben desempeñar esta responsabilidad en línea con las normas internacionales sobre el uso de la fuerza, incluyendo el respeto a los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad.”
  
“Del mismo modo, es de vital importancia que las autoridades garanticen el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, reunión y asociación.”
  
El 20 de septiembre de 2012, Nemesio Poma Ascate de 55 años de edad, murió tras recibir un disparo efectuado presuntamente por agentes de la policía durante una protesta contra una empresa minera en Huaraz, en el sur del país. Durante la protesta, al menos otros 10 manifestantes y 8 policías resultaron heridos.
  
Nemesio Poma Ascate sería la decimosexta persona que pierde la vida durante protestas desde que asumió la presidencia Ollanta Humala.
  
Miembros de la comunidad de Mareniyoc en Huaraz habrían bloqueado la carretera de acceso a la minera Barrick Misquichilca S.A. en protesta por la falta de cumplimiento de su compromiso de dotarles de agua potable. 

Para más información o para solicitar una entrevista, favor de contactar a:
Josefina Salomón
+44 7778 472 116



jueves, 26 de julio de 2012

A un año del gobierno de Ollanta Humala Amnistía Internacional solicita un cambio en las intervenciones policiales frente a las protestas sociales


A lo largo de los últimos meses, Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por el elevado número de ciudadanos fallecidos en los enfrentamientos entre las fuerzas policiales y la población que participa en diversas protestas sociales. En el marco del nombramiento de un nuevo Ministro del Interior, reitera su solicitud al Estado peruano para que se produzca un cambio en las intervenciones policiales. 
Amnistía Internacional en varias ocasiones ha solicitado al gobierno peruano que se disponga la prohibición a las Fuerzas Policiales de emplear armas de fuego, salvo que sea estrictamente inevitable para proteger la vida, como señalan los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, aprobados por las Naciones Unidas en 1990. 
En este contexto, Amnistía Internacional considera especialmente importante asegurar que se evite toda agresión a los defensores y defensoras de derechos humanos. Amnistía Internacional ha condenado las agresiones físicas y verbales que, según diversos organismos de derechos humanos, sufrieron en los últimos meses los integrantes de la Vicaría de Sicuani, Jaime Borda y Romualdo Ttito, las abogadas Genoveva Gómez, de la Defensoría del Pueblo y Amparo Abando, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, así como el líder ambientalista Marco Arana. Todos estos casos, así como las muertes de manifestantes, deben ser investigadas y sus responsables, adecuadamente sancionados.
Amnistía Internacional hace un llamado también a los dirigentes sociales para que eviten todo hecho de violencia que pueda poner en peligro la integridad física de las personas o generar daños a la propiedad.
Finalmente, Amnistía Internacional considera muy importante que el Congreso revise adecuadamente el Proyecto de Ley 81/2011, para asegurar que el uso de la fuerza letal por parte de la Policía Nacional se realice solamente de acuerdo a los estándares internacionales mencionados.