Amnistía
Internacional considera que la decisión tomada por la Sala de lo
Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, negando
el amparo que pidió Beatriz para poder tener acceso a un aborto
terapéutico, es “vergonzosa y discriminatoria”.
“Dicha
decisión viola los derechos humanos de Beatriz” aseguró Esther Major,
investigadora de Amnistía Internacional para El Salvador. “Haber
sometido a Beatriz a este largo proceso, demorando durante siete semanas
la adopción de una decisión que afecta a una persona cuya vida corre un
riesgo inminente, es algo cruel, inhumano y degradante”.
La
Corte también ha ordenado a las autoridades de salud “continuar
monitoreando el estado de salud de la peticionaria y a brindarle el
tratamiento que…resulte idóneo…. [ya] que… son los especialistas en el
campo de la medicina los únicos con el conocimiento y la experiencia
necesaria… para aliviar los padecimiento y las complicaciones
experimentados por sus pacientes…”
“La
responsabilidad de salvaguardar la vida y salud de Beatriz queda firme y
únicamente en las manos del poder ejecutivo. El presidente y la
ministra de Salud deben cumplir con las medidas provisionales ordenadas
por la Corte InterAmericana de los Derechos Humanos e interrumpir el
embarazo de Beatriz, de acuerdo con sus deseos”, dijo Major.
“Sencillamente,
instamos a las autoridades a mostrar hacia Beatriz lo que deberían
haberle mostrado desde el principio: humanidad”.
El
Comité Médico Hospitalario instaurado para estudiar el caso ha dicho
claramente que “considerando el fatal pronóstico de sobrevida del feto y
la patología de la madre, la finalización de la gestación era la medida
que ofrecía un mayor beneficio materno”.
Según
se reconoce en la misma sentencia, Beatriz está entrando en una etapa
muy delicada de salud donde “el comportamiento impredecible de la
enfermedad de base que adolece y los cambios biológicos que su cuerpo
podría experimentar durante las últimas etapas del proceso de gestación
en el que se encuentra incrementan la probabilidad de que las
complicaciones médicas que la referida señora sufrió durante su primer
embarazo u otras se presenten. Aunado a ello, la anencefalia del feto
que se gesta en su vientre también puede ser a futuro la causa de
complicaciones obstétricas”.
Para
Amnistía Internacional, es crucial que el Ministerio de Salud y el
propio presidente de la República den una señal clara de que apoyarán a
su personal médico, dándole garantías de que pueden tomar la decisión
más adecuada desde el punto de vista médico, y de acuerdo con los deseos
de Beatriz.
“Ningún
médico deberá ser procesado por intentar salvar la vida y la salud de
Beatriz. Beatriz quiere vivir, y el Estado tiene la obligación de
asegurar que los médicos pueden tomar las medidas más adecuadas para que
ella sobreviva.” concluyó Major.