viernes, 22 de marzo de 2013

Derecho al agua y derecho al saneamiento, condiciones fundamentales para el goce de los DD.HH.

22 de marzo: Día Mundial del Agua


El agua es un bien natural indispensable para la supervivencia del ser humano y para un medio de vida adecuado. Amnistía Internacional, defiende el derecho al acceso de agua segura para todos y todas, tanto para el consumo humano y doméstico, en actividades como lavar, cocinar y tener servicios higiénicos adecuados. Una buena gestión del recurso agua, en ambos aspectos, es importante para la reducción de la pobreza, la injusticia y la violencia contra la mujer.

En septiembre de 2012, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en su 21º periodo de sesiones, adoptó por consenso la declaración “El derecho humano al agua potable y el saneamiento”. Todos los Estados aceptaron la reafirmación de que los derechos al agua y el saneamiento se derivan del derecho a un nivel de vida adecuado.

Ha pasado ya una década desde que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU reconoció por primera vez el derecho al agua como jurídicamente vinculante y afirmó que ese derecho era el derecho de todas las personas, sin discriminación, a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico, lo cual incluye normalmente agua para beber, para lavar la ropa, para preparar la comida y para la limpieza e higiene del hogar. La resolución adoptada en el 21º periodo de sesiones no reitera las conclusiones del Comité sobre el derecho de los titulares de derechos a disponer de agua para estos usos esenciales. Amnistía Internacional recibió con satisfacción la resolución de la ONU, pero aún siente honda preocupación por la incomprensible reticencia de los Estados a manifestar su compromiso respecto a estos usos del agua. Esta preocupación se ve acrecentada por el hecho de que el Consejo sigue usando en sus resoluciones el término “derecho al agua potable”. Puede interpretarse erróneamente que esto se refiere sólo al agua para beber, y no para otros usos esenciales, y esta confusión podría limitar indebidamente el derecho al agua.

Al no incluir las definiciones autorizadas de los derechos al agua y al saneamiento en su resolución, el Consejo perdió una importante oportunidad de reafirmar que el derecho al agua y el derecho al saneamiento implican cada uno demandas diferenciadas de los titulares de derechos y obligaciones diferenciadas y respuestas políticas necesarias de los gobiernos.

El reconocimiento de los derechos diferenciados al agua y al saneamiento es importante para evitar que el saneamiento se descuide, pues las consecuencias de ese descuido son terribles. La falta de acceso a instalaciones adecuadas de saneamiento (incluidos retretes y letrinas) es una de las causas principales de mortalidad infantil, y degrada la dignidad de las personas a las que se les niega. En las comunidades precarias, la falta de acceso a un retrete en el hogar o cerca de él pone a las mujeres en peligro de ser víctimas de violencia por la noche.

EN HUANCAYO:

Muestra fotográfica del concurso:
Nosotros queremos consumir agua de calidad. ¡Es nuestro derecho!

Por motivo del Día Mundial del Agua, este viernes 22 de marzo, Amnistía Internacional invita al público en general a la exposición fotográfica “Nosotros queremos consumir agua de calidad. ¡Es nuestro derecho!”, desde las 6:00 p.m. en el Centro Comercial Real Plaza de la ciudad de Huancayo.
 

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