Las
autoridades israelíes deben retirar todos los cargos contra un abogado
palestino de derechos humanos que anoche fue puesto en libertad bajo
fianza. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional.
Un juez del Tribunal Militar de Ofer ordenó la libertad bajo fianza de Anas Bargouthi porque las confesiones de otros detenidos presentadas como prueba no demuestran que este hombre sea una amenaza para la seguridad, en especial teniendo en cuenta que las acusaciones contra él se refieren a presuntas actividades de hace más de un año.
“La liberación de Anas Bargouthi es una noticia positiva pero, para empezar, nunca debió haber sido detenido”, ha manifestado Philip Luther, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Es inaceptable que las autoridades israelíes sigan procesando a activistas a causa de su trabajo pacífico de defensa de los derechos humanos. Esta liberación debe ser un primer paso para que las autoridades cesen su acoso a los defensores y defensoras palestinos de los derechos humanos.”
Anas Barghouti, abogado de la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a los Presos Addameer, fue detenido por el ejército israelí el 15 de septiembre de 2013 en un control al norte de Belén, en los Territorios Palestinos Ocupados.
Nueve días después, fue acusado de “pertenencia al Frente Popular para la Liberación de Palestina”, organización prohibida por Israel, y de “dirigir un comité para organizar manifestaciones”. Él niega ambos cargos. De ser declarado culpable, se enfrenta a hasta 18 meses de prisión. Amnistía Internacional lo consideraría de nuevo preso de conciencia, encarcelado exclusivamente por su trabajo en favor de presos y por la expresión pacífica de sus opiniones políticas.
La Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a los Presos Addameer proporciona asistencia jurídica a los palestinos detenidos por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, y hace campaña por los derechos de los palestinos encarcelados en Israel.
La detención de Anas Barghouti forma parte de un patrón de acoso por parte de las autoridades israelíes contra organizaciones y activistas palestinos de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, un patrón que incluye detenciones arbitrarias, restricciones de la libertad de circulación y redadas en casas y oficinas.
El 11 de diciembre de 2012, las fuerzas de seguridad israelíes hicieron una redada en las oficinas de Addameer y otras dos ONG palestinas de Ramala: confiscaron ordenadores, archivos de trabajo y otros materiales y revolvieron las oficinas.
Al presidente de Addameer, Abdullatif Ghaith, residente en Jerusalén Oriental, el ejército de Israel le lleva prohibiendo desde 2011 entrar en otras zonas de Cisjordania o viajar al extranjero.
El 23 de septiembre de 2013, una semana después de la detención de Anas Bargouthi, las fuerzas israelíes detuvieron a Samer Arbid, contable de Addameer. Lo tuvieron bajo custodia para interrogatorio hasta el 21 de octubre, fecha en que le fue impuesta una orden de detención administrativa de cuatro meses de duración.
La detención administrativa es una detención por orden militar, sin cargos ni juicio, que puede ampliarse indefinidamente.
Otro activista de Addameer, Ayman Nasser, fue detenido el 15 de octubre de 2012 y acusado de delitos tales como pertenecer al Frente Popular para la Liberación de Palestina y llevar a cabo actividades de apoyo a presos palestinos. Un mes después, fue declarado culpable de estos cargos, y pasó un año en prisión tras ser juzgado ante un tribunal militar. Quedó en libertad el 21 de octubre de 2013.
Mientras estuvo bajo custodia, Ayman Nasser dijo a su abogado que había sido torturado durante los interrogatorios que siguieron a su detención. Según afirmó, lo interrogaban hasta 20 horas al día y, durante los interrogatorios, lo mantenían en una postura en tensión en una silla, con las manos atadas a la espalda.
Un juez del Tribunal Militar de Ofer ordenó la libertad bajo fianza de Anas Bargouthi porque las confesiones de otros detenidos presentadas como prueba no demuestran que este hombre sea una amenaza para la seguridad, en especial teniendo en cuenta que las acusaciones contra él se refieren a presuntas actividades de hace más de un año.
“La liberación de Anas Bargouthi es una noticia positiva pero, para empezar, nunca debió haber sido detenido”, ha manifestado Philip Luther, director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
“Es inaceptable que las autoridades israelíes sigan procesando a activistas a causa de su trabajo pacífico de defensa de los derechos humanos. Esta liberación debe ser un primer paso para que las autoridades cesen su acoso a los defensores y defensoras palestinos de los derechos humanos.”
Anas Barghouti, abogado de la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a los Presos Addameer, fue detenido por el ejército israelí el 15 de septiembre de 2013 en un control al norte de Belén, en los Territorios Palestinos Ocupados.
Nueve días después, fue acusado de “pertenencia al Frente Popular para la Liberación de Palestina”, organización prohibida por Israel, y de “dirigir un comité para organizar manifestaciones”. Él niega ambos cargos. De ser declarado culpable, se enfrenta a hasta 18 meses de prisión. Amnistía Internacional lo consideraría de nuevo preso de conciencia, encarcelado exclusivamente por su trabajo en favor de presos y por la expresión pacífica de sus opiniones políticas.
La Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a los Presos Addameer proporciona asistencia jurídica a los palestinos detenidos por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, y hace campaña por los derechos de los palestinos encarcelados en Israel.
La detención de Anas Barghouti forma parte de un patrón de acoso por parte de las autoridades israelíes contra organizaciones y activistas palestinos de derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, un patrón que incluye detenciones arbitrarias, restricciones de la libertad de circulación y redadas en casas y oficinas.
El 11 de diciembre de 2012, las fuerzas de seguridad israelíes hicieron una redada en las oficinas de Addameer y otras dos ONG palestinas de Ramala: confiscaron ordenadores, archivos de trabajo y otros materiales y revolvieron las oficinas.
Al presidente de Addameer, Abdullatif Ghaith, residente en Jerusalén Oriental, el ejército de Israel le lleva prohibiendo desde 2011 entrar en otras zonas de Cisjordania o viajar al extranjero.
El 23 de septiembre de 2013, una semana después de la detención de Anas Bargouthi, las fuerzas israelíes detuvieron a Samer Arbid, contable de Addameer. Lo tuvieron bajo custodia para interrogatorio hasta el 21 de octubre, fecha en que le fue impuesta una orden de detención administrativa de cuatro meses de duración.
La detención administrativa es una detención por orden militar, sin cargos ni juicio, que puede ampliarse indefinidamente.
Otro activista de Addameer, Ayman Nasser, fue detenido el 15 de octubre de 2012 y acusado de delitos tales como pertenecer al Frente Popular para la Liberación de Palestina y llevar a cabo actividades de apoyo a presos palestinos. Un mes después, fue declarado culpable de estos cargos, y pasó un año en prisión tras ser juzgado ante un tribunal militar. Quedó en libertad el 21 de octubre de 2013.
Mientras estuvo bajo custodia, Ayman Nasser dijo a su abogado que había sido torturado durante los interrogatorios que siguieron a su detención. Según afirmó, lo interrogaban hasta 20 horas al día y, durante los interrogatorios, lo mantenían en una postura en tensión en una silla, con las manos atadas a la espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario